Si estamos
comenzando a hacer "nuestros primeros pinitos" en la huerta, este es uno de los
cultivos que, junto con el rabanito o la lechuga, podemos plantar porque el
resultado final estará garantizado, casi con toda seguridad, y esto nos
motivará para continuar con otros cultivos en el huerto.
Las cebollas son
hortalizas frecuentemente cultivadas en huertos caseros debido a que ofrecen
una gran variedad de posibilidades culinarias, son fáciles de cuidar y
requieren muy poco espacio.
Hay muchos tipos y variedades de
cebollas, aunque ya siempre recomiendo elegir la cebolla que mejor se adapte a
la zona donde vivimos. Cuando vayamos a comprar la semilla o el plantón, en el
caso de que no queramos hacer semillero, lo mejor es que le preguntemos al
vendedor que variedad de cebolla se suele plantar en esa zona y cuál nos
recomienda.
La cebolla es un bulbo que requiere
un alto aporte de nutrientes. Para la cebolla el nutriente esencial es el
nitrógeno, otros nutrientes que nos proporcionarán unas cebollas de gran calidad
y tamaño son el fósforo, el azufre y por ultimo contribuirán al
fin que nos proponemos el calcio, potasio y magnesio.
Por eso es crucial un buen abonado del terreno, al menos 15
días antes del trasplante o siembra. Seleccionaremos un lugar con espacio
suficiente y con buena iluminación natural, trabajaremos la tierra rompiéndola
para que quede suelta (la cebolla no tolera los suelos compactos), aplicaremos
una buena capa, entre 5 y 10 cm, de compost maduro
o humus de lombriz, sin
escatimar, en este paso no podemos ser rácanos si queremos obtener un buen
cultivo. Tened en cuenta que tarda unos 3 meses en cosecharse y el desarrollo
del bulbo lo va a hacer en el último mes, así que necesita llegar a ese último
mes con alimento suficiente.
La mejor época para el trasplante del
plantón de cebolla es con la
llegada de la primavera, aunque por la zona del norte de España suele hacerse
en Marzo, cuando ya el riesgo de heladas es escaso, o nulo.
Como ya hemos preparado la tierra
unos 15 días antes, no tendremos más que marcar en la tierra una línea recta y
hacer agujeros de aproximadamente unos 6
cm de profundidad y de 20 cm entre ellos. Luego colocamos en ellos las plantas de cebollas presionando
ligeramente para que no queden bolsas de aire formadas en la tierra. Al igual
que en todos los trasplantes que efectuamos, el riego es fundamental una vez
finalizada la plantación.
Para prevenir las
enfermedades y las plagas, prueba a plantar rábanos en la misma área del huerto
que las cebollas.
A la hora de efectuar el riego es
aconsejable que este se efectúe por goteo. Si no queremos instalar el riego por
goteo, debemos tener en cuenta que las necesidades de riego de la cebolla son
diferentes en la primera etapa de desarrollo foliar que en la de desarrollo del
bulbo. Al principio necesitará más agua que al final. Y siempre debemos
procurar regar sin mojar demasiado la planta ya que esto puede hacer que la
planta se pudra.
" Si quieres que las cebollas
adquieran un sabor un poco más dulce, riégalas con más frecuencia."
La mejor manera de comprobar que la
cebolla tiene el agua suficiente es hundir un poco el dedo en la tierra y ver
si la tierra está ligeramente húmeda, nunca encharcada.
Si por el contrario la tierra tiende a estar siempre demasiado seca obtendremos unas cebollas prematuras que se secarán antes de tiempo y tendrán un bulbo más pequeño.
Si por el contrario la tierra tiende a estar siempre demasiado seca obtendremos unas cebollas prematuras que se secarán antes de tiempo y tendrán un bulbo más pequeño.
Esto es importante ya que debemos
cuidar siempre este grado ligero de humedad. No vale que dejemos secar la
tierra y un día vengamos y encharquemos la tierra porque esto puede agrietar el
bulbo y darnos unas cebollas de peor calidad.
Si alguna de las cebollas florece,
arráncala. Cuando una cebolla produce flores, quiere decir que ya ha alcanzado
su tamaño y su sabor máximos.
Y, llega la hora de la recolección, pero, ¿Cuándo
recolectar nuestras cebollas? Las cebollas terminan de madurar cuando la parte
superior adquiere un color dorado. En este punto, procederemos a doblar el
tallo, de forma que quede tumbado sobre el suelo para que todos los nutrientes se
dirijan al bulbo exclusivamente. Unos días después, los tallos habrán adquirido
un color marrón y las cebollas estarán listas para cosechar.
Saca las cebollas de la tierra, ayúdate con una
pequeña azada, si es necesario, y corta las raíces y los tallos a 2,5 cm (1
pulgada) sobre el bulbo. Deja que las cebollas se sequen durante uno o dos días
al sol, en una zona sin humedad, puede servirnos el mismo lugar donde las
teníamos plantadas, posteriormente las dejaremos en un lugar interior, de
ambiente seco durante 2 a 4 semanas para que sigan secándose.
Si quieres que tus cebollas se mantengan, un poco más,
en el tiempo sigue estos consejos:
- Guarda las cebollas en medias o sobre una malla para que se mantengan aireadas mientras se secan. De esta forma, aguantarán más tiempo en buenas condiciones y conservarán mejor su sabor.
- Las cebollas dulces se echarán a perder antes, por su alto contenido en agua, por lo que debes consumirlas en un plazo más corto para evitar que se pudran.
- Desecha, o corta y utiliza cualquier cebolla que muestre signos de estar echándose a perder para que no contagie la enfermedad a otras cebollas guardadas en el mismo lugar.
Y por último, una curiosidad, te has
preguntado alguna vez, ¿por qué el cortar cebolla nos hace llorar?
La acción de cortar una cebolla hace que se mezclen dos sustancias, que como resultado, producen un gas que contiene azufre y
que al contacto con el agua,
como los ojos que son húmedos,
se descompone en ácido sulfúrico.
Entonces, el cerebro reacciona
diciéndole a los conductos lacrimales
que produzcan más agua,
es decir lágrimas, para diluir el
ácido y proteger así los ojos.
Si quieres evitar que tus ojos “lloren”
al cortar cebolla, sigue estos consejos:
- Usa lentes de cocina para proteger tus ojos.
- Corta la cebolla bajo agua fría. Los compuestos volátiles sulfurados se liberarán pero reaccionarán con el agua en lugar de alcanzar tus ojos.
- Congela la cebolla, durante unos 10 minutos antes de cortarla. Así, la temperatura fría de la cebolla ralentizará la reacción, que da lugar a esos compuestos sulfurados volátiles.
- Un cuchillo bien afilado es esencial, ya que el corte será más preciso desgarrándose menos capas de cebolla.
- Si se sabe cortar rápidamente, es la manera ideal ya que las emisiones de estos gases sulfurados serán más cortas y afectarán en menor medida a nuestros ojos.
" Es preferible desgastarse que oxidarse." Cumberland
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar