sábado, 28 de abril de 2018

Malas Compañeras

¡¡¡ Aprende a amarlas !!!
 
      Ya sabes, “si no puedes con el enemigo…” 
Dice el poema que la mala hierba de un hombre es la rosa de otro. No existe el concepto “mala hierba” desde un punto de vista que no sea el más práctico. Los dientes de león son considerados como tal, y sin embargo resulta una de las plantas con propiedades más beneficiosas para el organismo del ser humano (especialmente provechosa para el hígado).

 
Solo hace falta mirar a ese vegetal desde otra óptica e, igual que el musgo es erradicado en EE.UU. y cultivado con mimo en Japón, podremos disfrutar de esa forma de vida.
 
¿Qué entendemos por malas hierbas?
 
Por definición, lo que conocemos por mala hierba, puede ser toda aquella planta que nace de forma espontanea en un lugar no apropiado para nosotros.
   
Un huerto con malas hierbas será un huerto poco rentable, con más plagas, enfermedades y más deteriorado. En los jardines, la aparición de estas malas hierbas ocasionará una vista más desagradable, de jardín poco cuidado y mimado.
 
Además del inconveniente estético existen otras razones por las que eliminarlas: compiten con nuestras plantas por los nutrientes y ocasionan problemas de plagas y enfermedades.
 
 
Existen dos tipos de malas hierbas: 
 
     Malas hierbas perennes, son plantas que viven durante años y son difíciles de eliminar. Este tipo de mala hierba se debe eliminar de raíz, con ello conseguiremos que no vuelva a aparecer.
   
      ¿Qué podemos hacer para eliminar las malas hierbas perennes? Sacar todas las malas hierbas que podamos de raíz es una de las mejores opciones que podemos tomar. Lo siento, pero el sistema infalible es el de toda la vida… “doblar la espalda”.
  
     Si nos decantamos por una tarea mucho más fácil y de menor trabajo, podemos usar Glifosato, por ejemplo, últimamente tan criticado, es un herbicida sistémico total que se utiliza para eliminar todo tipo de malas hierbas, tanto gramíneas como de hoja ancha. La planta absorbe el producto por las hojas, pasando luego a toda la planta que acaba muriendo. Se debe tener cuidado al aplicar para no salpicar a las plantas de nuestro interés.
 
      Malas hierbas anuales, realizan un ciclo durante un año, nacen, crecen, florecen, extraen sus semillas para reproducirse y después mueren. Normalmente son plantas de pequeño porte pero muy resistentes. La forma más efectiva para eliminarlas y que no vuelvan a crecer es aplicar un herbicida residual al suelo. Sería aconsejable aplicar este herbicida al menos dos veces al año.
  
     Inconvenientes de las malas hierbas:

     Con malas hierbas en el suelo, tus plantas deberán compartir los nutrientes y el agua disponible. Si los recursos son limitados, pueden no crecer con todo su potencial. Si aportamos abono para solucionarlo, este sería utilizado, en parte, por las malas hierbas que existan.

      Las plantas adventicias facilitan la aparición de todo tipo de plagas. El pulgón y la cochinilla son las más comunes.

     Las malas hierbas también pueden estar infectadas por hongos como el oídio u otros. Por lo que pasar de ahí a las plantas es una tarea fácil.
 
No quiere decir esto que un poco de mala hierba en el jardín o en el huerto vaya a perjudicar a tus plantas, pero tampoco dejes que el asunto se te vaya de las manos.
 
Además de las opciones indicadas anteriormente podemos disminuir considerablemente la aparición de las malas hierbas siguiendo estas pautas.
 
Colocar plástico en los cultivos. Son plásticos finos, de color negro y degradables. Se colocan antes de trasplantar los plantones al huerto y evitan la aparición de las malas hierbas. Después con una simple labranza estos plásticos desaparecen.
 
Acolchar con paja. Colocar una buena capa de paja para impedir que la luz penetre en el suelo. Con ello se evitará la germinación de las semillas de malas hierbas. Además este sistema, al igual que el plástico, evitará la evaporación del agua del riego.
 
Después de realizar un labrado del terreno, eliminar manualmente todas las raíces y bulbos que se encuentren en el suelo. Ayudándonos con un rastrillo para recoger las raíces.
  
No dejaremos que las malas hierbas florezcan. Este es su modo de reproducción y si dejamos que florezcan, dispersarán todas sus semillas por el terreno y volverán a crecen próximamente.
 
Intentar reducir el riego solo a la proximidad de las raíces de las plantas y a la dosis necesaria. Una buena idea es implantar el riego localizado por goteo.
 
La disponibilidad de agua es uno de los factores que hace germinar las semillas. Si ajustamos correctamente el riego reduciremos la persistencia de las malas hierbas.
 
     Si nuestro riego automático es por aspersión, ajustaremos el programador de tal manera que los riegos sean prolongados pero espaciados en el tiempo. Además de reducir el problema de las malas hierbas, favoreceremos que las plantas tengan raíces mejor desarrolladas.
 
Una alternativa ecológica y casera es utilizar preparados a base de vinagre. El ácido acético de éste se muestra eficaz como herbicida de contacto sobre todo si se aplica con tiempo soleado.
 
Si el tratamiento lo hemos de realizar en nuestro césped para eliminar las malas hierbas, tenemos la opción de aplicar un herbicida selectivo para hoja ancha.

     Pero, ¿por qué salen las malas hierbas? Un pulso constante con la naturaleza…  Lo que para el jardinero es un problema, para el planeta ha sido una gran suerte evolutiva. Las plantas han colonizado nuevos espacios tras, por ejemplo, incendios o erupciones volcánicas; algo, que de otra manera hubiera sido imposible.
 
Debemos imaginarnos el suelo como un banco de semillas. En el sustrato se van acumulando, latentes, multitud de simientes oportunistas. Cuando se dan las condiciones adecuadas de humedad y temperatura, se activa el proceso que da lugar a la vida. Por eso, por más que las eliminemos siempre salen más.


     Al bancal pequeño le ha pasado lo mismo que a los otros dos, pero después de una pasada de motoazada el aspecto mejora considerablemente, donde se puede apreciar los árboles plantados hace poco más de un mes, "Mandarino" y "Cerezo"

Frase del día:
" La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia." Edgar Allan Poe (1809 - 1949) Poeta, crítico y periodista romántico estadounidense.

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